Vacaciones: ¿Tiempo de estudiar o de jugar?

Mar, 12/17/2019 - 10:12
Se acerca el Fin de año y con ello las vacaciones escolares. Se ha preguntado ¿qué debe hacer con su pequeño en este tiempo?

Como bien sabemos las vacaciones deben ser un tiempo para descansar. Sé que muchos se preguntarán: ¿Pero de qué esta cansado un niño? Pues les comento que, en efecto, ellos también merecen relajarse. ¿Por qué?

Los tiempos han cambiado. Desde que mamá debe salir a trabajar al igual que papá y el ritmo de la vida es más acelerado, los niños también se agotan: madrugan igual que usted, van en tranque todos los días —y si viajan de las afueras al centro de la ciudad es peor—, bajan del carro en el “corre corre”, inician clases a las 7:00 de la mañana y salen casi a las 3:30 de la tarde, prácticamente un turno completo de trabajo. Después agarran otro tranque de vuelta a casa o asisten a actividades extracurriculares para finalmente llegar a casa a cumplir con sus deberes y responsabilidades, ya sean tareas, limpiar su cuarto, etc. Con suerte van a la cama a las 8:30 de la noche. Sí, ellos también necesitan descansar. 

Con esto no quiero decir que en las vacaciones escolares los pequeños no deben contar con refuerzo académico, si usted observa que su hijo presentó dificultades en ciertas áreas durante el año, está bien que lo inscriba en algún curso de reforzamiento una o dos veces a la semana, pero no los cindo días. Permítale a su hijo ser niño, que se divierta a su manera sin que alguien esté allí diciéndole qué hacer. 

Leer más:  Ventajas de una educación bilingüe en los niños

Durante la vacaciones de su hijo, pida permiso en el trabajo por lo menos un día y dedíqueselo exclusivamente a él. Recuerde que aunque el trabajo es necesario para suplir las necesidades del hogar, su familia es prioridad; al final, el día de mañana lo pueden liquidar de la compañía y alguien más ocupará su puesto, pero en su hijo quedará el vacío. ¿Vale esto todo lo que va a perder si no pasa tiempo de calidad con su pequeño? Su hijo no lo recordará por todo lo material que le dio sino por todo aquello que fue significativo para él. 

Tenga presente que su hijo no vale por las calificaciones que tenga en el boletín o por la cantidad de medallas que tenga colgadas en casa por todas esas actividades a las que asiste. Ellos valen por lo que son y merecen su atención. No caigamos en el error de darles todo a nuestros niños olvidándonos de lo más importante: el tiempo. Este no se detiene y no espera a nadie. Todo lo que usted haga con su hijo perdurará el resto de su vida, haga de esto una experiencia significativa. 

Leer más:  Niños saludables en temporada escolar

Aprender ajedrez, ballet o robótica... ¡claro que puede! Todo esto puede hacerlo incluso de adulto, pero qué lindo sería escuchar de ellos en un futuro "mi papá me llevó a pescar, me enseñó a manejar bicicleta, mi mamá me enseñó a cocinar, a plantar, a pintar", entre otras cosas.

Un niño no necesita tener un horario de trabajo como un adulto, necesita ser feliz y usted debe ser parte de esa experiencia. Y como bien decía Jean Piaget: “El juego es el trabajo de la niñez”. ¡Si se cansan, que sea de jugar! 

  • Compartir: