Mar, 08/14/2018 - 16:49
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En el marco del evento cultural, el sello editorial Biblioteca Nacional presentará dos nuevas obras ("Los inmigrantes antillanos en Panamá" y "Nalu Nega") ligadas a la idiosincrasia del panameño.
La XIV Feria Internacional del libro de Panamá, a realizarse del 14 al 19 de agosto de 2018 en el Centro de Convenciones Atlapa, es una fiesta de la cultura, donde El Estado de Israel es el país invitado.
Este año, más de 20 escritores nacionales e internacionales tendrán participación en el evento. Además, el sello editorial Biblioteca Nacional presentará dos nuevas obras en el marco de la feria, que están muy ligadas a la idiosincrasia del panameño.
Uno de los títulos es "Los inmigrantes antillanos en Panamá", de George W. Westerman. Se trata de una obra que muestra la inmigración antillana en el Istmo, un tema histórico de trascendental importancia en nuestra idiosincrasia e identidad, debido a los aportes de la cultura al desarrollo social, económico y cultural en la música, la danza, las artes plásticas y la comida panameñas.
La diáspora de africanos a América se produjo durante el proceso de conquista y colonización de la región por los españoles. Posteriormente, cuando en otros lugares se había abolido la esclavitud, fueron traídos como fuerza laboral desde Barbados, Martinica, Guadalupe, Santa Lucía, Trinidad y Jamaica, aunque persistía la discriminación.
La comunidad antillana en Panamá se identificó con el Istmo mucho antes del advenimiento de la República, aunque tuvo significativa participación en la construcción del ferrocarril y del Canal interoceánico.
Un gran número de inmigrantes vinieron a a trabajar en la construcción del ferrocarril de Panamá, en el año de 1850 y a partir de la década de 1870; otro grupo llegó al Istmo ante la demanda de obreros para los proyectos del Canal Francés. Este proceso migratorio originó graves problemas de índole social y económico y los inmigrantes se vieron obligados a formar ligas obreras en pro de la defensa de sus intereses personales, es así como mayo de 1884, aparecían en las planillas de pago más de 18,000 obreros, tal vez el mayor número de trabajadores durante un periodo dado de la administración francesa.
La Ley 9 del 30 de mayo del año 2000, declara el Día Nacional de la Etnia Negra como tributo a la contribución que hace este importante grupo racial a la construcción de la historia de nuestro istmo y conmemoración por todos los aportes que han dado solidez a la construcción de la historia de Panamá.
"Los inmigrantes antillanos en Panamá" fue escrita por George W. Westerman, oriundo de “Culi Town” Colón, calle 3ra. y Meléndez, el 22 de febrero de 1910. Falleció en 1988. Sus padres Benjamín Westerman y Rossina Spalding, eran oriundos de Santa Lucía.
Westerman asistió a la Escuela Vassall de la Maestra Laurel Whily de Vassall. Fue autodidacta y logró obtener un Doctorado at Honorem de la Universidad Philathea en Canadá. Desde los 16 años de edad se inició como taquígrafo, mecanógrafo y luego periodista, en el Panamá América, The Panamá Tribune, La Estrella de Panamá (Star & Herald) y La Nación.
Fue editor, destacado deportista; embajador de Panamá en Naciones Unidas, siendo el primer descendiente antillano en ocupar ese puesto. Sociólogo de carrera y líder natural.
Entre sus obras sobresalen: Estudio de los conflictos socioeconómicos en la Zona del Canal, Pioneers in Canal Zone educations, The west Indian worker on the Canal Zone, entre otros.
Recibió la medalla Vasco Núñez de Balboa, la orden “Honor & Merit” de Haití; la medalla de la Fundación Internacional Eloy Alfaro de Ecuador; la Cruz Académica de Estrella y Honor de la Academia Internacional Americana; la Medalla de Abnegación de Cuba; la “Master Key Award” de la Compañía del Canal; la Orden de Distinción y Mérito de la Republica de Liberia, entre otros reconocimientos.
Un encuentro con la tradición ancestral
El segundo título que presentará el sello editorial local es "Nalu Nega", de Alfredo Cantón, que obtuvo el premio Ricardo Miró 1960. Es una novela que nos permite adentrarnos en el territorio comarcal de la cultura guna, que lucha profundamente y con fuerza por su identidad; es un encuentro con la tradición ancestral. La tradición de un pueblo que con hidalguía presenta el papel que juega la autoridad, repersentada por el sáhila, el Consejo y las manifestaciones del pueblo.
La novela contribuye a la comprensión del pueblo de Guna Yala, portador de una cultura muy valiosa, donde las contradicciones pueden parecer desgarradoras.
La cultura guna, tan pletórica de símbolos, tan gloriosa y floreciente, con tanta riqueza en su diversidad y una vida comunitaria extraordinaria, tiene muchas aristas de interés social y es un compromiso luchar por preservarla: "La mayoría del pueblo cuna, rebelde y erguido dentro de su debilidad y pequeñez numérica, que como parte de esa riqueza, primero intenta existir con dignidad y en esa medida ostenta para hacerla producir",declara el sociólogo Raúl Leis.
La entrevista de don Víctor Franceschi es una aproximación a la obra y amplía el panorama del lector y la intención del autor a través de la imagen de la mujer y la lucha por sus derechos.
El panameño Alfredo Cantón fue un hombre clave en el devenir de la educación nacional, su deseo de superación personal y su compromiso de promover valores y conocimientos le valió el respeto y la admiración de muchos. El mejor homenaje es conocerlo, leerlo y releerlo, para retomar sus aportes proteicos; sus planteamientos deben ser retomados cuando existe la necesidad de tomar como eje clave del desarrollo el recurso humano como la principal riqueza nacional.
Además del lanzamiento de las dos obras anteriores, la Biblioteca Nacional contará con una serie de actividades para todos los gustos, que presentamos a continuación: