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Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades actualmente dicen que los adultos de cualquier edad que solo tengan exceso de peso podrían correr más riesgo de enfermar gravemente debido a la COVID-19.
A principio de diciembre los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) ampliaron la advertencia sobre el riesgo para coronavirus a fin de también abarcar a personas consideradas como pasadas de peso. Ahora, la obesidad y la obesidad severa forman parte de la lista de los CDC para afecciones que ponen a la gente en mayor riesgo de enfermar gravemente por el virus que causa la COVID-19.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades actualmente dicen que los adultos de cualquier edad que solo tengan exceso de peso podrían correr más riesgo de enfermar gravemente debido a la COVID-19.
El Dr. Donald Hensrud, director del Programa de Mayo Clinic para Vida Sana, explica por qué la obesidad y sus complicaciones aumentan exponencialmente el riesgo para la COVID-19.
"La obesidad en sí misma se relaciona con varias complicaciones, como diabetes, presión arterial alta, dislipidemia y enfermedades cardíacas. Si bien todo esto ya existía antes de la COVID-19, hay que añadir el hecho de que el 33 por ciento de la población actualmente tiene exceso de peso o es obeso. Ahora que apareció la COVID-19, a todos aquellos problemas de antes se suman otros más", dice el Dr. Hensrud.
Agrega que la obesidad se relaciona con una inflamación de bajo grado y un efecto en el sistema inmunitario que afecta la susceptibilidad ante la COVID-19. "La gente obesa tiene mayor probabilidad que las personas no obesas de presentar COVID-19 y sus complicaciones, incluida la muerte. De igual manera, quienes sufren diabetes y otras complicaciones de la obesidad también corren más riesgo. Por lo tanto, la obesidad y sus complicaciones, que en sí mismas representan un riesgo para la COVID-19, también lo elevan significativamente" .
El exceso de peso se define como un índice de masa corporal (IMC) entre 25 y 29.9. Un IMC de 30 o más se clasifica como obesidad.
El Dr. Hensrud comenta que ha sido interesante ver la variabilidad del efecto de la pandemia de la COVID-19 sobre los hábitos alimentarios de la gente. "He visto pacientes que ganaron mucho peso por hacer menos actividad. Comen porque les hace sentir bien y, además, están estresados. Todo eso les ha hecho ganar de peso y ha contribuido a la obesidad. Por otro lado, he visto pacientes que han perdido peso. Salen a comer menos, cocinan más en casa, comen más sano e intentan hacer alguna actividad, de modo que pierden peso. Es realmente grande la variabilidad del efecto de esto sobre la gente", detalla.
El médico añade que si bien lleva un poco de tiempo, planificación y esfuerzo, hay varias cosas que se pueden hacer para controlar el peso y mejorar la salud a fin de optimizar las posibilidades en caso de contraer la infección por COVID-19.
- Intenta hacer un poco de actividad todos los días. Eso no significa ir al gimnasio, sino que puede ser algo simple como salir a caminar.
- Los que trabajan en casa pueden intentar tomar descansos cada 30 minutos para moverse, sea estirándose o caminando un poco.
- Elige alimentos sanos, sea que los retire de un restaurante o los prepare en casa.
Aunque es importante mejorar la salud de esta manera, el Dr. Hensrud subraya que los cambios deben ser pequeños, sin ir a extremos. "Antes de la COVID-19, ya se sabía que las resoluciones para Año Nuevo de la gente eran, por ejemplo, intentar hacer algo de ejercicio, aunque no lo hubieran hecho en años. Eso nunca funciona. Ahora, la situación es la misma y creo que hay que ser realistas respecto a lo que es factible hacer. De hecho, cuando se pierde mucho peso, más del 10 por ciento del peso corporal en 6 meses, la función inmunitaria puede verse negativamente afectada. Es importante hacer lo posible por mejorar, pero sin ir a extremos", concluye el Dr. Hensrud.
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