- Sexo y Pareja
Una experta nos da algunas ideas de cómo regresar a tener intimidad
Cuando nos enamoramos al principio, prácticamente nos volvemos adictos hacia la otra persona. De hecho, se ha comprobado científicamente que en el proceso inicial de enamoramiento liberamos los mismos químicos que se liberan cuando se consume cocaína, por ejemplo: muchos pierden el apetito, el sueño, experimentan una fuerte euforia, nerviosismo, un estado de alerta y anhelo del otro, como se experimenta con este tipo de droga.
Pero toda droga tiene su bajón, y así mismo ocurre con el deseo. Cuando se tiene suficiente, surge una necesidad de respirar, de volver a ser individuos y de recuperar el dominio de nuestro propio cuerpo. Es ahí cuando las parejas se estabilizan; el anhelo y desesperación van bajando, la necesidad de perseguir al otro pierde fuerza para dar paso a la ternura, la confianza, la comodidad, el compañerismo y amor.
Muchas parejas caen en crisis en esta etapa, de hecho varios estudios estiman que una de cada tres parejas están teniendo muy poco sexo, y algunas ni lo tienen. Muchos expresan que sus vidas ocupadas les absorbe la energía sexual. A muchos padres de niños pequeños les es casi imposible cerrar aunque sea por 30 minutos la puerta de la habitación para darles prioridad a sus necesidades como pareja. Llegada a edades más avanzadas, muchos hombres con niveles de testosterona baja y disfunción eréctil, mujeres con desbalances hormonales y menopausia se rinden y asumen que ya sus cuerpos no dan para más.
1. Cuando desatiendes un problema sexual, desatiendes a la pareja: muchas veces el estrés, la edad y enfermedades hacen que la persona sufra de trastornos sexuales ya sea por motivos médicos o psicológicos. Es importante buscar ayuda profesional porque los trastornos sexuales son un reflejo de problemas mucho más profundos que deben ser manejados.
2. Cada acción positiva que hagas para tu pareja facilita el preámbulo sexual: la falta de deseo sexual puede ser producto de un distanciamiento de pareja; a su vez, todo distanciamiento proviene del desinterés. Así como dice el famoso dicho “el que mucho se ausenta pronto deja de hacer falta”. La mejor manera de conquistar a tu pareja es teniendo gestos positivos y al mismo tiempo apreciar sus aproximaciones.
3. Agarra, toca, besa, acaricia: el sexo no se pide, el sexo se provoca. No hablen ni discutan sobre sexo. Pedirle a tu pareja que en la noche tengan sexo calendarizado no funciona, de hecho es un matapasión, mejor aplica la técnica de inspirar deseo produciendo las condiciones necesarias.
4. Comprométete a que el sexo sea una prioridad: no caigas en la típica excusa de que el sexo no lo es todo y que el amor todo lo puede. Sí, el amor es importante, pero sentirse deseado y estimulado ayuda a producir complicidad. Recuerda, somos seres sexuales e instintivos, y la mayor parte del tiempo nuestras barreras no son fisiológicas, sino psicológicas. En vez de mirar a la sexualidad como una lucha y tensión, hay que verle como una herramienta natural para conectarnos.
Este artículo fue escrito por la Sexóloga Maritere S. Lee para Revista Mujer y fue originalmente publicado el 3 de enero del 2014- Etiquetas:
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