- Sexo y Pareja
'Los celos, a niveles tolerables, son necesarios porque cumplen funciones biológicas y emocionales'.
Celos, malditos celos...
Una emoción que probablemente hayas experimentado a lo largo de tu vida, por X o Y situación. Para la psicología, los celos son una respuesta emocional que aparece en una persona que se siente amenazada de perder algo que cree que es suyo. A diferencia de la envidia, los celos tienen que ver con la protección de lo que consideramos propio.
Los expertos dicen que en buenas medidas, los celos son sanos para la pareja. Sin embargo, a veces tienden a salirse de control.
Estas son 5 estrategias que nos ofrece la Sexóloga y Terapeuta de Familia, Maritere Lee S., para aprender a sacarle partido a esta emoción.
1. Comprender nuestras emociones: los celos son una combinación de miedo e ira. Miedo a perder algo o a alguien. Ira ante la frustración y la pérdida de control relacionada a la situación, lo que consideramos que era nuestro y que controlábamos en su momento. Como primer paso, recomiendo que nos hagamos las siguientes preguntas: ¿qué tememos perder? ¿Qué representa esa cosa o persona? ¿Qué nos está produciendo tanta ira? ¿Me he sentido así antes?
2. Permitirte sentir ira y miedo (celos) de forma saludable: las emociones primarias son naturales porque cumplen objetivos biológicos. La ira es para defenderse y el miedo es para entrar en alerta. Por lo tanto, los celos vienen siendo eso: alerta y defensa ante una posible amenaza. Cuando las emociones primarias no se expresan de manera adecuada y en su debido momento, se vuelven emociones secundarias, se enquistan. Por ejemplo, si no se procesa adecuadamente la ira, se transforma en rencor; y si no se expresa el miedo, se desencadena una fobia o crisis de ansiedad. Unos celos saludables se expresan a través de niveles tolerables de enojo y temor, mientras que unos celos enfermizos son expresados a través del rencor y el pánico.
3. Comunica tus emociones: comparte lo que sientes de verdad. Eso sí, el sentirte enojado no te da permiso de ser cruel. Evita caer en dramas y culpabilidades. Mejor abre los canales de comunicación y evita las condenas. Emplea términos como “yo percibo”, “yo pienso”, “es lo que yo siento”; evita los “es que tú y tú y tú”. En vez de decir “fue terrible lo que hiciste”, mejor di “lo que ocurrió me hizo sentir terrible”.
4. Identifica las partes del cuerpo que te hablan: cuando sientas celos pregúntate: ¿está más inclinado hacia la ira o hacia el miedo? Esto lo puedes descifrar sintiendo las partes del cuerpo que se manifiestan durante tus episodios de celos. Si la sensación está localizada en tu estómago, probablemente sea miedo. Pero si lo que sientes es tensión en tus mandíbulas, hombros y extremidades, de seguro es ira. También puedes experimentar una combinación de ambos.
5. Cambiar las falsas creencias que te impulsan a sentir celos: esta es la parte más difícil, y muchas veces requiere o de muchos estrellones en la vida o de ayuda terapéutica. Definitivamente, los celos brincan porque están sobrecargados de irracionalidades, complejos y temas pasados. Tal y como dice el famoso dicho: “el que es celoso rara vez es por lo que ve; sino más bien por lo que se imagina”.
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