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Lo que más necesitan las empresas hoy es contar con profesionales de diversas formaciones académicas, que sepan fluir con los vaivenes y los desafíos, y que sumen inteligencia emocional a sus destrezas digitales y especializaciones profesionales.
Desde la perspectiva organizacional y la gestión de talento, la pandemia ha puesto en evidencia la importancia que tienen las “habilidades blandas” en los equipos de trabajo orientados al liderazgo.
La resiliencia demuestra fortaleza y superación. Sin embargo, para el desarrollo empresarial y el liderazgo también es fundamental la capacidad de adaptación. En la actualidad es crítico contar con flexibilidad, autonomía, integridad y una habilidad para acompañar los cambios que trae el contexto o que definen las organizaciones. Y para promover el crecimiento colectivo, los colaboradores deben tener un espíritu de cooperación, ser capaces de guiarse por objetivos comunes y trabajar de manera coordinada, porque entienden que forman parte de un todo que excede su contribución individual y requiere de la acción colectiva conjunta.
La innovación permanente, la gestión del cambio y la transformación digital en América Latina y el Caribe requieren perfiles profesionales especializados, pero también muy versátiles, que conozcan sobre sus áreas de experiencia y aporten inteligencia emocional. La flexibilidad y las “habilidades blandas” permiten activar y extender el rendimiento y las contribuciones de las personas, y por consiguiente expandir el potencial de influencia de las organizaciones.
Al mismo tiempo, todas las empresas, y más aún en las que se puede trabajar de manera remota de manera ininterrumpida, necesitamos equipos de trabajo con destrezas digitales, adquiridas previamente o de manera ágil por las tendencias propulsadas en el último año. Aquello que llegamos a imaginar que sería el futuro, se ha convertido en un presente muy real y tangible, incluyendo trabajar desde casa y operar virtualmente cualquier área de negocio. Para ello, los colaboradores necesitan destrezas digitales, conocer las funcionalidades de las tecnologías de conectividad y comunicación.
Las organizaciones modernas necesitan una base diversa de profesionales preparados en áreas tecnológicas, administrativas, científicas, informáticas, humanísticas y de negocios, entre otras. La diversidad, la igualdad de género y la inclusión fomentan la existencia de perspectivas complementarias, estimulan la curiosidad, la exploración de ideas y soluciones alternativas, la apertura para el aprendizaje y también la orientación a la acción.
En Visa, por ejemplo, tomamos los desafíos de la pandemia como una plataforma para acelerar nuestra evolución organizacional. Como compañía de tecnología líder en pagos digitales, tenemos el compromiso de innovar, enfrentar los retos del presente y promover los cambios para un futuro con mayor prosperidad. Aun cuando el mundo esté y seguirá cambiando, nuestra cultura organizacional es clave para direccionar y continuar apoyando a nuestro equipo, y atraer nuevos profesionales que puedan integrarse y crecer dentro de la organización. Valoramos la excelencia, la comunicación abierta y la colaboración. Fomentamos la responsabilidad en la forma de relacionarnos internamente y con nuestros socios en el ecosistema de pagos, promoviendo la inclusión y la diversidad, que son esenciales para el desarrollo.
Puedo decirles que el mundo actual está y seguirá siendo impulsado por las nuevas olas tecnológicas. Por ello, lo que más necesitan las empresas hoy es contar con profesionales de diversas formaciones académicas, que sepan fluir con los vaivenes y los desafíos, y que sumen inteligencia emocional a sus destrezas digitales y especializaciones profesionales. Así, podrán crecer y mejorar como individuos y ayudarán a sus organizaciones a ser mejores, y trabajar día a día para la innovación y el liderazgo.
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